En este artículo de hace dos años expresé mi opinión sobre la celebración de “I Congreso Internacional del Misterio”, que por desgracia ha tenido continuidad en el tiempo. En concreto el año pasado se celebró en el Teatro Municipal Juan Ramón Jiménez de Telde y este año pretendía pisar el Paraninfo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Obsérvase como destaca más este año el lugar de celebración del congreso.
De hecho los misteriólogos se jactaban de pisar con su congreso de chorrilandia la institución universitaria como ve en la siguiente entrevista, encima en una televisión pública:
“Gran parte de los que vienen a las ponencias son científicos”,
¡hay que tenerlos muy grandes a la vista del cartel anterior.
Pero ha habido suerte. Según cuenta un individuo, que sonríe en los carteles de anuncio de un libro sobre una catástrofe ocurrida en Canarias:
Ojo también a los patrocinadores de la cosa.
Como digo según cuenta este “científico de frontera” (no se sabe si se refiere a Frontera, el municipio) en su blog (que paso de enlazar) escribe lo siguiente:
La tercera edición de este congreso se iba a celebrar en el Paraninfo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, una institución con empaque y a la que hasta hoy presuponía libre, abierta, transparente y plural. Lo cierto es que a tan solo 4 días para el comienzo del encuentro, el Rector de la mentada universidad, comunica al organizador que este congreso no se celebrará dentro de los muros que él regenta, que este no es un acto adecuado para desarrollarse en instalaciones universitarias… ¡y se queda tan pancho!
¡GENIAL! ¡Bien! ¡Bravo por la decisión de no dejar entrar al maguferío a nuestra Universidad (ni siquiera a su paraninfo)!
Pero esperen, porque como buen experto en misterio (misterio es cómo alguien puede seguir creyendo en todo esto) es conveniente montar una teoría conspiranoica y ahí va:
En Canarias, y especialmente en la Universidad de La Laguna, existe la proclama de cerrar las puertas a todos aquellos que ejercemos la libertad de investigación, estudio y divulgación de temas relacionados con lo Insólito y las anomalías.
“Libertad de investigación de lo Insólito (sic) y las anomalías”, shit little parrot!!
Pero esperen que después el hombre se ha venido arriba:
En la ULL existen tres o cuatro perros mestizos, algunos más parecidos a orangutanes que a cánidos, que llevan décadas dedicados a vigilar lo que hacemos, a censurar cualquier actividad que se organice, sea en el ámbito universitario o fuera de él. Estos personajes, perecederos estudiantes oledores de bragas, se han olvidado de los libros para jugar a chupetear traseros de los portadores de los galones.
Y como traca final al desbarrie:
Alguno de estos eyaculadores de la fea palabra tienen incluso su espacio en algún medio de comunicación, lo cual a mí personalmente me alegra porque siempre he escuchado decir eso de que “el retrato de la puta, si es de reina, es bello”, o dicho de otra manera, se aprende de todo y de todos, aunque haya más vocabulario con sentido en el borde del plato de la sopa de letras de un niño respondón. Estos personajillos propios de películas de Torrente, llevan muchos años buscando el enfrentamiento sibilino, oculto entre el negro y blanco de sus panfletos. Lejanos quedan aquellos días en los que ellos mismos se infiltraban en los foros con 10 ó 15 seudónimos diferentes para minar las informaciones de quienes hablábamos de temáticas relacionadas con los misterios. Estos personajes vestidos de ciencia, en realidad son aquello que en tiempos de instituto llamábamos cagarrutas o parásitos de pasillo, corredores de barra de bar universitario y ligones de profesoras carentes de afecto… ¡y no hay más!
“¡¡QUIEREN CENSURARME O ASESINARME PORQUE SÉ LA VERDAD!!”, le faltó añadir.
Por desgracia el congreso parece que empezará en la fecha prevista pero traslada su lugar de celebración al Auditorio Alfredo Kraus de la capital grancanaria. ¡Mal alcalde Carcoma, perdón, quiero decir, alcalde Cardona!
¡Gracias Luis!
Actualización: El amigo Víctor R. Ruiz (¡gracias!) nos deja en nuestra página de Facebook este enlace donde se cuenta lo sucedido con la charlatanería en las instituciones públicas.
Gran noticia. Ahora habrá que ver por qué se cede un espacio público para la propagación de las supersticiones. Si hubiera sido la Universidad habría sido vergonzoso, pero que se haga en el Auditorio Alfredo Krauss también nos tendría que hacer reflexionar.