Hace varios días que veo en las diferentes televisiones un nuevo spot de Campofrío, concretamente de su producto “finissimas” que, cuanto menos, ha hecho esbozar una sonrisa en mi cara, por no mencionar la admiración hacia sus creadores.
He echado un vistazo a YouTube y he encontrado esta versión aún más “cabrona” que la versión reducida que yo había visto.
¿A qué me refiero con el título del post? Nada más ver el spot por primera vez lo que se me pasó por la cabeza fue: ¿Cuánto tardará alguna asociación de vegetarianos tocapelotas en pedir la suspensión de la difusión del spot por ser ofensivo para el colectivo?
Pues eso, pongamos los cronos en marcha.
Duda resuelta. Parece que los vegetas radicales no consumen carne pero están a la última en cuanto a tecnología y su respuesta (presuntamente) ya ha tenido lugar. Aquí van dos ejemplos:
En fin. Aplaudo la idea y la ejecución del spot, seguiré comiendo carne a pesar de haber visto los dos “demagovideos” enlazados y, si se tercia, le tocaré un poquito las narices a un par de amigos de lo verde que tengo.
Después de ver el primer video de respuesta, creo que voy a dejar de comer carne, porque está claro que comer carne es la causa del calentamiento global, de la escalada del precio del petróleo, de la jornada de 65 horas semanales, de la guerra de Irak y que se yo de cuantas cosas más.
Flaco favor le hace ese primer video de respuesta a los vegetarianos, estereotipándolos más incluso (por venir de ellos mismos precisamente) que el vídeo de campofrío, que es claramente humorístico.